El día de hoy no la pude ver, a pesar que la busque en los lugares que usted suele estar, en las bibliotecas, en los centros de estudio, en lugares donde se suelen hacer trabajos. Parece haber sido tragada por el mundo, y haberse confabulado con él de tal manera que ya ni existe manera alguna de ubicarla; su celular no suena, ni timbra es mas desesperante que la ultima vez (4 semanas sin saber de usted) y apenas van 3 días.
Me preocupa no saber que es de usted, que es de su vida, de su ajetreada y cargada vida, con agenda s cargadas, y horarios llenos de asuntos académicos ambientados en la universidad, en las aulas y en las bibliotecas. Me da curiosidad saber -y mucha preocupación- saber ahora donde esta, donde come, o si esta bien, o no.
Le invito un café. En el lugar de siempre, los miércoles, al medio día, hora en la cual el sol luce su esplendor.
Espero poderla ver, hasta entonces.
Chau
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Xtopher
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