11/12/10

Cuento Grinch

Y el villacico sonaba una vez mas frente a nuestra puerta tratando de persuadir que les entregemos unas monedas a cambio de una canción que ni aprecio.

Parece un asalto al bolsillo desde la emotiva canción. Cosa que no es cierta, pues rapidamente salta uno de mis hermanos y tira un par de monedas por la ventanas y lanza un grito que no permitió a ninguno de aquellos "mercenarios festivos" acercarse ni a la moneda màs cercana que no distaba mas de 10 metros de ellos.

Nunca entendí por que en mi casa no se celebraba esa festividad, la noche que otros celebraban nosotros nos ibamos a la cama temprano, y mis padres se sentaban en la mesa mirandose mutuamente como si esperaran a alguien con un rostro apesadumbrado.

Y un día mas que pasa, un día mas que se acerca. Unos gritos mas por la casa, un pensamiento màs que se agolpa.

La nieve no cae por estos lugares, pero usamos pinos que nos dejan un olor extraño en toda la casa y la ropa. Es el único elemento que tomamos, pues de pequeños tomamos esa tradición ya que uno de mis hermanos lloraba al no verlo junto a sillon de la ala derecha de la casa. 

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