Carta?

Y creo que lo haces bien, me pregunto varisa cosas hoy, en medio de grandes dilemas personales, y altos obstaculos por derribar, mi corazón se inquieta al pensar, al ver como es el dia hoy en medio de todo lo hecho y luchado, tan grandes era tus idelaes para mi, para mi cansado corazon, para mis altas horas perdidas,y aun me pides tiempo, me dices que si hablamos podremos avanzar; como si se desenredase sola mi locura en medio de tus explicaciones, y tus razones. Ya no lo sé, miles de palabras te di, en busca de mucho, mas no lo se, no lo sé.
Cartas no me gusta dar, lo sabes, no se si lo haga, mas si se si te las daré. No las leere, más si las escribiré, el sol gris en mi mundo reducido al color de lo comun. En la vida atareada que llevo.

Llename...

Llename de ti, de ti, mas de ti, de tus dulces palabras a mi ser ahogado en la batalla librada en las calles, en las aulas, llenas de palabras sin sentido en busca de nada.
Perderme en tu mirada y nada mas, nada mas, sin tener que mediar palabra alguna, sin tener que explicar mi extraña forma de pensar, y proceder, de mis defectos y de mis cortas conversaciones, solo en tu profunda mirada.
Dejame sentarme una ves mas a tu regazo, y tener el grado honor de perderme en tu grandes ojos fijos con los que me sueles ver, con los que sabes como soy tras cada gesto que doy, en cada momento que me ves pasar, en mi rutina cansada y ciclica, describiendo el azar, y el gusto por lo aburridamente tecnico, mas no analitico (olvidando a veces el pensar). Te vi observarme, con bella mirada en la inmutabilidad de mi mundo, en lo cansado de mi ser, mas no se que hacer ni pensar, tu me conoces bien.

Sobre -EL señor de los anillos-

La adrenalina corria por sus venas, Gandalf (el gris) empuñando su espada, y con la otra mano su baculo; Aragon pendiente de lo que se avecinaba con un arco dispuesto a traspasar todo aquello que se asome por aquella desvensijada puerta. Legolas con su arco, con la mira en la ranura recien abierta. Frodo con la espada quele habia obsequiado su tio, ella resplandecia ante la presencia de los orcos, este era uno de esos momentos. Los otros hobbits dispuestos a morir por una causo que implicaba a toda la tierra media, a los humano elfos, y demas seres, en medio de una guerra, a la cual semetieron de casualidad.
El miedo imperaba en aquel momento inicial, uande sus primeras luchas, llenos de temor, de desconocimiento, de estupor por aquellos acontecimientos inesperados, pero exitantes en cuierta forma.
La primera flecha fue la de Legolas (en medio de los ojos del primer orco que aparecio), seguido por la flecha de Aragon que tambein dio en el blanco, cambiando rapidamente por su espada, llena de antiguas luchas y grandes victorias; la lucha empezaba asi en medio del medio de los pequeños hobbits, en medio de la busqueda de destruir un anillo que fue causante de grandes desgracias. Con poca destreza los hobbits buscaban defenderse de los mal olientes orcos, en medio de un cuarto donde poco sobrevivirían. El sudor embarraba sus frentes tras caer el suelo luego de un gran golpe por parte de "troll" que parecia ser inmortal tras tanto golpes llenos de furia tras haber atacado certeramente a Fordo que ya hacia en el suelo con un gran dolor en su pecho. Todos llenos de rabia, pero mas nuestro pequeño amigo, el del hacha, aquel que tenia mas razon  que los demas para luchar, pues su cultura habia sido destrozada por lo orcos, las cabezas rodaban (no se si llenas de sangre, pero llenas de algo) los brazos caian, mas sus grandes hombros parecian impluzar de la nada a su hacha que no paraba de cortar el aire en busca de un miembro suceptible al corte por parte de los orcos, en busca de venganza, en busca de desahogo; con su gran coraje nunca pudo ganarle al "troll", pero entre todos lo derribaron, llenos de sudor, con cansancio, agitados, y golpeados, se levantaban una vez mas, en busca de terminar su larga travesia, que algun dia acabará.

otra noche mas

Aun no se que hacia:

 

La noche que daba una dulce tonada.

Las hojas bailando al rededor mio

coin ritmos exoticos

con ritmos que seducian lentamente

como si ante eso el mundo se desvaneciera

con la ligera neblina existente

como si no tubiesemos pies

como si no pensásemos.

 

Las pequeñas ojas que se dajaban llevar

sin pensar, sin sentir, sin soñar

como si fuesen ellas los titeren a ver

bailantes en las oscuras noches de otoño como hoy

 

No las vere igual que a ti,

igual que tu frias manos entre mis dedos,

tu labios en mis calidas mejillas,

no las vere mas.

 

Xtopher

 

 

nuevo?

El lunes nuevo post

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Xtopher -- http://xto-pher.blogspot.com

Otro amigo...

Los jóvenes corrían, pues sabían que su almuerzo estaba en juego. El ciclo recién comenzaba, el el aire se percibía los vestigios del verano, el frió no se sentía aun, el sol aun estaba ahí; apesar del suave rocío que había bañado la mañana otoñal, se percibía en las pequeñisimas gotas de agua que se podían percibir pobremente en las pequeñas hojas de aquellos viejos arboles, en una de las calles principales de la universidad.
El aun con su su mirada cabizbaja, siempre pensativo, como si tratase de resolver grande misterios; tal vez a eso se deba sus grandes horas de caminata junto con otros amigos.
Presurosamente caminaba, pues era tarde, pero aun con su mirada impaciente parecía describir con gran nitidez a cada persona que pasa (pero con mas de talles a las chicas).

La larga fila para sacar turno para el almuerzo parecía interminable, recorría 2 facultades, a cualquiera lo desanimarían, pero no, él fue.

Cayado, pensativo, y razonante parecía su mirada en su inmutable soledad, repentinamente un pequeño reflejo lo perturbó, lo desprecio por el momento, pero le do mas atención cuando repentinamente una bella chica vestida de blanco iluminaba con su reflejo el suelo gris y opaco. Lo perturbó.

La bella chica era descrita con gran definición, los rayos de luz precian purificarce, tras una misteriosa reflacción, su mirada de desconcierto, describía inocencia, ternura, paciencia; su perfil fue siendo descrito lentamente por los rayos de sol, bajo la plenitud del cielo infinito se detenía lentamente, como si bajo el imperioso sol del fin de otoño se pudiese contemplar tal belleza parada junto a uno.

Su mirada se cruzo, tal vez en un instante de confusión, tal vez en un instante de preocupación, o no se. El momento se inmortalizó, duró para él días.

 

EL SUEÑO VOLVERÁ...