2/1/11

Viaje inesperado

El celular vibró, en su bolsillo una vez más. Trató de no prestarle caso como en las ocasiones anteriores, pero empezaba a preocuparle, pues las llamadas parecían ser seguidas, además de que no dejaba de vibrar el celular en el bolsillo que con una de sus manos trataba de calmar al presionar levemente contra su ropa.
La clase estaba por terminar, y la intriga acabaría, la clase del día era introducción a la literatura. Miró rápidamente la hora en el celular cuando había dejado de vibrar para poder visualizar el número de llamadas. Siete llamadas figuraban en la pantalla, y cinco minutos para indicar el final de la clase, cuando el celular aun en mano se iluminó y empezó a vibrar una vez más.
Rápidamente dijo: "Nos vemos el día miércoles, revisen la poesía de Amado Nervo", mientras salía rápidamente por una puerta lateral.
Era una voz que se oía levemente, y parecía ser un varón, tras un momento de tratar de identificar al interlocutor entendió que se trataba de uno de sus tíos, que había ido a la universidad y necesitaba verlo con suma urgencia.

Salió rápidamente a la puerta, y antes de llegar a la recepción lo vió entrar con prisa, lo llevó a un lado y sin aceptar tomar asientos que estaban a un par de metros de ellos empezó a hablar.
- Hace mucho que no te veo, disculpa esta interrupción pero necesito que llames a tu papá, por favor.

Recordaba a su tío por la amabilidad al hablar y probidad al actuar, por eso sacó el celular e hizo la llamada, la cual no demoró en timbrar, pero no contestaban al otro lugar.
- No responde.
- Lo sé, tienes que tomar un avión a Argentina, e ir al restaurant que está atrás de la Casa rosada.

Mientras oía con curiosidad, asombro, e intriga a su tío, este lo llevaba del brazo por la puerta al otro extremo del edificio, donde parecían aguardarles un taxi.
- ¡Espere! ¿Porqué tengo que subir, y hacer lo que dice?
- En el camino te comento, por favor sube.

Sabía que podía bajar antes de llegar al aeropuerto, además que habían muchas cosas por preguntar.
- Está bien, déjame dejar mis cosas.
- ¿No la necesitas?
- Para Argentina no creo, además no me gustaría perder nada.
- Está bien, ...

Iba a decir algo, cuando vió que dejaba sus cosas con un muchacho que habia detenido y tras darle unas instrucciones subió al taxi. Se sentó a un lado, sacó el celular y parecía escribir mensajes de texto.
En el carro le explicó que había recibido una llamada de su papá y que le había dicho que era necesario que vaya a Argentina por él, su voz se oía agitada, y tenía prisa para hablar. No tenía mucha información, pero si mucha preocupación.

<<<CONTINUARÁ>>>

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Xtopher