III

En su cabeza aún se solían recrear esas largas horas de caminata, y de los detalles que hacían que era relación sea única, la manera de hablar, la confianza, o también la intimidad que infundia ella. Cosas de ese tipo lo animaban a veces. Pero incongruencias con su paranoica idea, hacían que el se torne completamente serio, tosco, hostil, e inclusive grosero. Esos solía justificar esas largas horas en las que salía a caminar sólo. Tenía varias excusas, de la infancia, y demás etapas de la vida, pero quería aún dejar de lado todo eso. Tal vez por eso a veces suena cuerdo y coherente. De ella no se mucho, pues hasta este día el que hablado mucho más con ella es él. Yo sólo la veo y saludo de lejos, e veces me quedó observando a lo lejos como es, me causa mucha curiosidad muchas cosas de ella que ya pronto contaré. Es poco más alta que él, vez blanca, cabello negro intenso, con un corte que le cubría los ojos cuando agachaba la cabeza y escribía muy bien el perfil de su nariz contrastado con su negro cabello. Su caminar siempre pausado, y cadencioso, unas manos, con piel firme, dedos delgados (eso me agrado de ella, pues se te muy mal otro tipo de mano en las mujeres para mi parecer -claro está-). Un hablar pausado, era altamente confiada con varios pero retraída cuando estaba con uno. Tenía aún hermana mayor que sólo la vi una vez cuando vino con ella en el carro de su enamorado. Le llevaba un año, a mi joven amigo, pero ella parecía mucho más joven que él.  Ya no llevaban clases juntos pues mi él había dejado la universidad un semestre.


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Xtopher